"Guambia al publiciti"

Desde que leí esto, hace, ehh unos días, dije, pah, lo voy a poner en una entrada, asi que, acá estoy.
Haciendo esta entrada.

"Guambia al publiciti"

¿Conocen los publicitis? Son falsas notas periodísticas que cumplen una función comercial. El entrevistado muestra su producto y el entrevistador le levanta centros para que este lo haga. Lo gracioso de los publicitis es que todo el que los ve, o sea para quien se monta la fantochada, sabe del intento de engaño, y quienes lo realizan saben que el que los ve sabe, y así y todo se empeñana en jugar a la gallinita ciega y ocultar que es un aviso comercial.
Los publicitis dan vergüenza ajena, es un clima tan falso y trído de los pelos que sus protagonistas generan la pena de quien los mira... en su... eh, disculpen, poer estoy viendo llegar a un señor, y no puedo dejar de preguntarle un par de cosas; creo que tiene un interés periodístico indiscutible.

-Perdón, ¿su nombre?
-Juan Aprahamián, fabricante de fuegos artificiales.
-¿Aprahamián como el de las mangueras?
-Ahí está, ese es mi primo, que justamente creó ese negocio para que sea complementario del mío, un negocio familiar conjunto. Lo mejor para las fiestas es comprar nuestros fuegos artificiales y alguna manguera de mi primo para tener cerca.
-¿Qué novedades tenés Juan?
-Hay de todo, pero lo mejor es un fuego artificial que se llama "ojiva navideña" o "la que escondió Saddam", y es capáz de hacer volar una cuadra entera.
-¡Qué apuesta empresarial!
-Gracias Darwin, lo importante es aclarar que somos una empresa seria y que la seguridad está garantizada. Justamente, vengo de una convención de fuego de artificio, en el Caribe, donde nos ganamos el premio a la "mayor seguridad".
-Juan, te felicito, y permitime decirte que se nota que estuviste en el Caribe; estás muy bronceado, sobre todo en tu brazo izquierdo.
-Ehh, no Darwin, esto es un brazo ortopédico, por eso el color. Lo tengo desde diciembre del año 2000; tiré una cañita de mano, que pegó la vuelta y se me incrustó en el codo.
-Ahh, qué terrible.
-Son accidentes aislados, esta empresa conlleva esos riesgos, pero tiene muchos años y es familiar. De los cienco hermanos, yo fui el que tomó la posta por el emprendimiento de papá, y él está orgulloso de mí por eso.
-Contame la cara que puso tu papá cuando le dijiste "Yo voy a seguir con tu empresa de <>, viejo".
-Bueno, a dacir verdad no te puedo describir el gesto; papá tiene la cara inmóbil desde que le explotó una bomba brasilera en la boca, en 1968. Un accidente muy casual también: prendió la meche con el cigarrillo y era muy corta.
-¿Y tus otros hermanos no quisieron seguir con esta emrpesa por miedo?
-No, ningún miedo, te reitero esta empresa es muy segura.
-Tomaron otras opciones nomás, no les interesaba el tema.
-Sí, un poco eso que decís vos, y otro poco porque murieron incinerados por un volcán que inventó papá: "el vesubio". Lo probamos en casa y explotó como una garrafa de 20 kilos... otro incidente aislado.
-Juan Aprahamián, fabricante de fuegos artificiales.
-Cuarenta años de una familia en el mundo del "cuete", dándole alegría a la gente. Pero alegría segura", como decía el abuelo Aprahamián... Que dios lo tenga en la gloria junto a la bengala que se lo llevó.
-¿No nos vas a mostrar nada en vivo, antes de que se termine la nota?
-Me hubiera encantado, pero los fuegos que traía de muestra me reventaron en el taxi cuando venía para acá, Darwin.
-¡Terrible!, ¿alguien quedó herido?
-No, por suerte estaban fallados... unos peditos de vieja, como quien dice.

Darwin Desbocatti en "Yo, Darwin" y su teoría de la desgracia circular irreversible...

Agradecimientos:
A Mariana, por prestarme el libro, a mi mamá por criarme toda la vida, no mentira, desde que cumplí los uno no me cría más. Y sobre todo gracias a Darwin por permitirme publicar un capítulo de su libro. Uh, no, Darwin no me permitió eso!. Ahh, voy a ir a la cárcel, me voy a moriiiiirr!!
Ah, no, soy menor de edad, no pasa nada.


Prometo, cual fidelidad a la bandera, que no voy a publicar ningún capítulo más de éste libro, por más de que me gustaría publicarlo todo, pero Darwin me acaba de llamar y dice que me va a mandar una gran carta documento (cual rubia tetona de intrusos) para que no lo mencione más a él o ninguna de sus obras.
Cómprense el libro, o bien, pídanselo a Mariana..